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Aunque existen diferentes tipos de masaje deportivo dependiendo de la etapa en la que se encuentre el deportista, podemos ver las principales técnicas empleadas. Y es que, cada etapa del ejercicio físico de un atleta requiere un tratamiento adaptado al momento en el que se encuentra y su estado de forma. Pues, los efectos que se persiguen son distintos. Por ello, es importante prestarle atención a una serie de factores esenciales en este entorno y de técnicas que te ayudarán a ser un profesional altamente cualificado y a realizar un trabajo eficiente. ¡Descubre cómo se hace un masaje deportivo!
Dentro de este área de formación de la Fisioterapia, contamos con un gran abanico de posibilidades y de salidas laborales. De hecho, los programas didácticos de este ámbito son variados: existen cursos que te facilitan una visión más general del sector y que sirven para introducirte en este campo, y otros cursos más especializados para perfeccionar un tema en concreto. Por ejemplo, el masaje deportivo. ¿Cuál es tu formación favorita?
Además, ya puedes dejar de preocuparte por la falta de tiempo. Y es que, nuestra formación sigue una modalidad a distancia y 100% online, lo cual significa que nos adaptamos a ti y a tu ritmo de vida teniendo en cuenta tu situación personal y profesional. Así que, puedes especializar tu profesión sin miedo. ¿Estás preparado? ¡Descubre cómo se hace un masaje deportivo!
El masaje deportivo es una técnica de la Fisioterapia dirigida de forma específica al deportista. Por tanto, tiene como objetivo mejorar su rendimiento deportivo, prepararlo para la competición, ayudar en su recuperación tras un gran esfuerzo y tratar los tejidos dañados.
Como ya hemos mencionado anteriormente, podemos diferencias seis tipos de masaje: preventivo, de mantenimiento, precompetitivo, intracompetitivo, postcompetitivo y de rehabilitación deportiva. Cada tipo de masaje tiene unas características específicas que hacen que tenga un efecto u otro sobre nuestro organismo.
Eso sí, todos ellos tienen en común efectos psicológicos positivos, ayudan a la adaptación en los cambios de entrenamiento, previenen lesiones, optimizan el rendimiento muscular, estimulan la circulación sanguínea y otros muchos más efectos positivos.
Es importante tener en cuenta el tipo de ejercicio o deporte en concreto que realiza el deportista, cuán será la próxima competición y la rutina de entrenamiento, ya que variará la intensidad del masaje. Es importante que toda esta información la tenga el especialista, que sabe cómo se hace un masaje deportivo.
¿Te interesa este ámbito? Además de los beneficios que aporta al deportista la terapia manual, conoce el resto de efectos del quiromasaje y conviértete en todo un experto en el ámbito. ¿A qué estás esperando?
¿Cómo se hace un masaje deportivo? A continuación, vamos a ver en qué consisten las principales técnicas empleadas para los masajes deportivos:
Se realizan fricciones profundas y uniformes con toda la palma de la mano y los dedos juntos sobre la piel del paciente. Mediante presiones deslizantes rápidas, se trata de llegar al tejido muscular sin llegar a producir sensación de dolor al paciente. Lo que se busca es activar el flujo sanguíneo y las terminaciones nerviosas.
Este masaje tiene un efecto regenerador. Consiste en poner la base de la mano sobre la piel del paciente y hacer movimientos circulares en sentido opuesto de las agujas del reloj con la yema de los dedos. Así, se forma un pliegue de piel entre el pulgar y el resto de dedos sobre el área a tratar del paciente. También se pueden usar nudillos en sustitución de las yemas de los dedos, que es una técnica más invasiva y recibe el nombre de amasamiento nudillar.
Como es uno de lo músculos que más sufren en los deportistas, los cuádriceps se relajan mediante crioterapia. Esta técnica emplea hielo para calmar la tensión en los cuádriceps, es decir, trata de descargar el músculo.
Esta técnica tiene la finalidad de activar la musculatura y se emplea al final de la sesión de masaje. Consiste en la realización de movimientos vibratorios con la punta de los dedos mediante movimientos oscilatorios rápidos sobre la zona a tratar.
Independientemente de la técnica empleada, la meta del masaje deportivo es garantizar el mejor estado físico del paciente, buscando prevenir lesiones en lugar de tratarlas. Y es que, se trata de una ayuda para el deportista que solo busca su bienestar antes y después de la actividad física.
Además de lo que ya hemos comentado en el apartando anterior dónde hemos visto cómo se hace un masaje deportivo, debemos indagar más en los objetivos específicos de este profesional. De esta manera, el masajista deportivo utiliza diferentes técnicas de masaje con diferentes fines:
Como puedes ver, el masaje deportivo exige un alto grado de especialización, especialmente si se trata a deportistas de élite o de alta competición.
Por si fueran pocos los atractivos de esta formación, aún queda hablar de la modalidad online de estos cursos.
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