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En la web leemos textos y artículos muy interesantes sobre diversos aspectos de las actividades humanas. Algunos están muy bien redactados e invitan a reflexionar, otros transforman vidas. Lamentablemente, unos pocos causan reservas por la cantidad de errores de construcción y de ortografía que muestran. Seguramente, cualquier docente al ver estas publicaciones diría “antes de publicar tus textos, por favor, revísalos y corrígelos”, para contribuir con el buen uso de nuestro idioma.
De acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua “revísalos” es un verbo transitivo con, por lo menos, dos acepciones
La primera se relaciona con examinar o analizar una cosa con atención y cuidado. Ejemplo: "En el escrito de su columna para el periódico Fresno Bee, el autor revisa el concepto de libertad en la pintura modernista".
Como ves, ambas acepciones guardan relación en el sentido de realizar una inspección, examinar o analizar. En el campo de la escritura y publicaciones web, se trata de uno de los pasos que imprescindibles. No obstante, en algunos casos puede que se pase por alto. En este artículo sabrás el porqué es mejor volver a chequear tus contenidos antes de publicarlos y, sin dudas, te unirás a nuestra campaña ¡Revísalos!
Sea cual sea la temática de tu blog, canal o red social, los contenidos que vayas a publicar, antes revísalos. Internaliza esto como un mantra y parte esencial de tu trabajo.
Bien sea de una página de moda, cocina, recursos educativos… la credibilidad y el prestigio va de la mano con elementos relacionados con la calidad de contenido publicado. Uno de los aspectos fundamentales para lograrlo es contar con una buena ortografía, ser pertinente, asegurarse que cuenta con un diseño óptimo y que el mensaje transmite lo que debe transmitir.
Resulta un punto que suma a tu ética como profesional. Todo esto sin mencionar, si el blog está firmado bajo tu nombre o el de alguien como María Grazia Chiuri, Bertha González o Aeris Clau, la calidad del producto ayudará a consolidarte como profesional o a descartar tus publicaciones.
En realidad, la revisión es un elemento que debería estar presente no solo en la publicación de contenido, sino que para cualquier profesional, antes de entregar sus asignaciones o desarrollar alguna actividad es esencial que revise lo que ha hecho. Desde una conferencia de Dragón Ball que hablan sobre su personaje Broly, hasta el funcionamiento de un carro. Aunque hoy nos atañe la parte gramatical, ciertamente, siempre es un buen momento para que acotar otros puntos que también son pertinentes.
Cuando escribimos dejamos en evidencia ciertas características de nuestra personalidad. Nuestros lectores pueden percibir nuestras virtudes y carencias tanto a nivel de formación académica cómo cultural, en cualquier caso, este aspecto puede ser un factor decisivo ante la oportunidad de tener buenas relaciones personales o profesionales.
De manera que, antes de publicar textos mal escritos o con errores, revísalos y corrígelos. Y si tienes muchas dudas en torno al mundo de la redacción, siempre puedes encontrar grandes beneficios realizando cursos con profesionales que te guíen y te ayuden a desarrollar estas habilidades.
El problema no es cometer el error, es no corregirlos. Sobre todo, porque en la Web existen recursos que te ayudan en la tarea de revisar tus textos. Además del corrector automático de Word que resalta en color “rojo” la palabra escrita con un error ortográfico o en “azul” cuando tienes una falla en la construcción de una frase, existen maravillosas opciones para la revisión gramatical.
Así es que, antes de publicar los textos, revísalos utilizando algunas de estas aplicaciones:
Escribir de forma adecuada es una habilidad que puede y debe desarrollarse. Si queremos hacernos entender a través de un mensaje de texto, al redactar un trabajo de investigación o realizar un reporte para nuestro jefe, es importante considerar las siguientes pautas:
Para convertirse en expertos de la redacción hay que tener presente que, si bien te puedes topar con distintos consejos que te pueden ser de gran utilidad, hay dos actividades claves para facilitarte el camino; leer y escribir.
Por una parte, leer es la forma más fácil, si bien no la única, que tenemos de aprender nuevas palabras, de descubrir los distintos estilos de redacción que existen, de evitar cometer errores ortográficos y de identificar el uso correcto de los signos de puntuación.
No importa tanto lo que leas, sino que lo hagas. Un blog sobre actividad física o una historieta puede servirte de inspiración y ayudarte a entender la dinámica de escribir. Además, podrás entender cómo relacionar los temas relacionados y encausar todo en una misma línea.
Claro que existen distintos trucos dependiendo del uso que se le dará a lo que escribes, no es lo mismo redactar un informe empresarial que realizar publicaciones en las redes sociales. Cada caso amerita requerimientos particulares que hay que considerar, pero lo más elemental cómo la ortografía, la sintaxis, la gramática son aspectos que se aprenden de primera mano leyendo y segundo escribiendo.
Esto nos lleva a la escritura como la segunda actividad básica para tener una buena redacción, y es que incluso para darle estructura a los memes, mantener un adecuado manejo de lenguaje es vital.
Una buena idea de la que no debes atemorizarte, es la de crear tu propio blog como una herramienta en la que te puedes apoyar ayudarles rienda suelta a tus ideas.
Al escribir saldrán a relucir algunas dudas que podamos tener, en especial con la ortografía y el uso correcto de los signos de puntuación. Es el momento de aprovechar para indagar un poco y lucirnos. Con el tiempo vuelve a tus primeras publicaciones del blog y revísalos, notarás cómo poco a poco habrás mejorado y hasta adquirido tu propio estilo al escribir.
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